Una etapa podría definirse como un conjunto de tareas que permiten generar un resultado con significado propio, y que supone un avance en la consecución del objetivo final del proyecto. De esta forma podemos tener las etapas de análisis de viabilidad, del proyecto preliminar, de la creación de prototipos, entre otros, siempre en función de la tipología, tamaño, y objetivos finales del proyecto.
Este artículo es un extracto de la obra Guía práctica en gestión de proyectos de Albert Garriga.