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Una de las premisas del desarrollo ágil es que los requerimientos son cambiantes o poco definidos, por lo cual hace énfasis en la flexibilidad y productividad, favoreciendo un esquema en el cual el alcance de un proyecto no estará definido desde el principio. Este principio está en conflicto con los esquemas de fecha, presupuesto y alcance fijos definidos a nivel corporativo a la hora de contratar proyectos de desarrollo de Software, tanto con la unidad de Tecnología de Información (TI) interna como con proveedores externos.
Es poco probable que otras áreas de la compañía, como por ejemplo finanzas o el negocio estén dispuestas a abandonar el esquema de alcance, cronograma y presupuesto fijo de la noche a la mañana, especialmente en etapas de adopción temprana del desarrollo ágil cuando este concepto les es extraño y aún no han visto los resultados.
Este artículo está dedicado a mostrar que aplicando algunos cambios, ambos esquemas pueda coexistir durante esta etapa de adopción inicial.